domingo, 1 de noviembre de 2009

Lo Sentí...

El día que lo simboliza, yo note su presencia sobre mis piernas.

Sentado en aquel sillón de colores, viendo una película sin más, note su presencia cerca, note como poco a poco se acomodaba en mis piernas, en mi cuerpo, en mi corazón.

Veía la película hasta que el sueño le interrumpió mientras yo tocaba su pelo sinuosamente. A la vez observaba su bonita cara, su barba, su boca, su cuerpo, su peculiar olor, su respiración…

Pena me daba despertarle y decirle que era tiempo de irse a la cama, mientras murmuraba su bonito nombre que tantas veces repetí a lo largo del tiempo consciente e inconscientemente.
Sin ánimo de despertarle, bese sus labios, sus bonitos labios, su boca, su cara, su barba…

Aquel momento termino y dormí junto a él mientras la llama se apagaba.
Volví a casa y su rastro se perdió… al tiempo alguien me insinuó que había muerto.


Tenía razón, él había muerto en mí…

El amor murió en mí…

Para siempre!